Señor, hazme descubrir tu presencia en el universo entero. Gracias Dios mío, porque todo me habla de tu amor constante y generoso.

San Marcos 7:31-37

Un hombre sordo y tartamudo se acercó a Jesús:

Por favor ayúdame

Él lo apartó de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva.

Ábrete

Al momento se le abrieron los oídos y empezó a hablar sin dificultad.

Mi propósito semanal

Acércate a la confesión y pídele perdón a Jesús por lo que hiciste mal.

Debe ser muy triste no poder escuchar. ¡Qué bueno que Jesús ayudó a ese hombre!

Sí, pero es peor cuando nuestro corazón no puede escuchar las palabras de Jesús

Cuando no queremos acercarnos a Jesús es como si nuestro corazón tuviera los oídos tapados y no pudiéramos escuchar lo que nos dice.

Destapa tus oídos y escucha a Jesús que te dice:

  • TE AMO: Por eso me hice hombre, morí en la cruz y me quedé en la Eucaristía para estar siempre contigo.
  • QUIERO QUE SEAS FELIZ: Y para eso es importante que seas generoso y ayudes a los demás.
  • Y QUIERO VERTE EN EL CIELO: Donde tengo todo listo el premio para todos aquellos que me amaron y fueron fieles a lo que Yo les pedí.

Escucha con todo tu corazón, con toda tu alma.

Elaborado por:
Maestra Rosa del Carmen Marroquín
Área de Educación en la Fe
Año de la familia