San Marcos 13:33-37
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento.
Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa; si al anochecer a la media noche o a la madrugada.
No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos; permanezcan alertas.
Me preparo para la navidad
Esta semana, al despertarme, rezaré con mucha devoción la siguiente Jaculatoria: “Señor mío y Dios mío, aumenta mi fe”
¿Qué aprendiste hoy?
- El dueño es Jesús y la casa es nuestra alma. Jesús nos pide que vigilemos nuestra alma para que esté limpia de pecado en todo momento.
- Si no obedecemos y dejamos nuestras responsabilidades para después o no las cumplimos. Estamos actuando como el velador de la casa que se quedó dormido, mientras esperaba a que regresara el dueño.
- Vigilar nuestra alma es cuidar la amistad con Jesús Luchar para no cometer pecados y saber distinguir cuando estamos a punto de hacer algo que a Jesús no le agrada para no hacerlo.
Para estar alerta en todo momento
- Pregúntate: ¿Cómo está mi alma en este momento? ¿Está limpia porque todos los días actúo y pienso como Jesús?
- Dile a María que sea tu aliada. Platica con Ella y pídele que te acompañe todos los días.
- Recibe a Jesús en tu corazón. COMULGA.
Elaborado por:
Maestra Rosa del Carmen Marroquín
Área de Educación en la Fe