Virgen y madre Santísima, enséñanos a amar a tu Hijo Jesús como tú lo amas.

San Lucas 1:39-56

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz exclamó:

¡Bendita Tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy Yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa Tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.

Mi propósito semanal

Haré una lista con cinco cualidades que Dios me dio, visitaré a Jesús en el Sagrario y le daré gracias por todas ellas.
Luego veré cómo puedo compartir esas cualidades y ponerlas al servicio de los demás.

¿Qué aprendiste hoy?

  • La verdadera alegría y la esperanza, son actitudes que debemos de tener todos los que somos amigos de Jesús.
  • Compartimos la felicidad que nace de nuestro corazón con todos, porque sabemos que Dios nos ama.
  • Nos damos cuenta que cuando servimos a los demás, nos sentimos alegres porque hicimos felices a otros.
  • La Virgen María nos dio ejemplo de servicio, generosidad y ayuda. A pesar de todas las dificultades que paso en su vida Ella siempre vivió con alegría porque sabía que Dios la amaba mucho.

Dale gracias a Dios por todo lo que te ha dado, y ponlo al servicio de los demás.

Elaborado por:
Maestra Rosa del Carmen Marroquín
Área de Educación en la Fe
Año de la familia