Señor Jesús, te pido la gracia de gozar sensiblemente de tu Presencia Eucarística.

San Juan 6:41-51

En aquel tiempo los judíos murmuraban contra Jesús, porque había dicho:

YO SOY EL PAN VIVO QUE HA BAJADO DEL CIELO

¿No es éste, Jesús, el Hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo nos dice que ahora que ha bajado del cielo?

No hablen mal, nadie puede venir a mí si no es a través del Padre. Al que esté conmigo, lo resucitaré el último día. Está escrito: todos serán discípulos de Dios. Todo aquél que escucha al Padre y aprende de Él, se acerca a Mí. Yo les aseguro: el que cree en Mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo murieron.

«Este es el pan que ha bajado del cielo para que quien lo coma, no muera» Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que Yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.

Mi propósito semanal

  • Comulgaré en Misa y le daré las gracias a Jesús por querer venir a mi corazón.
  • Si no he hecho mi Primera Comunión, le pediré a Jesús que venga espiritualmente a mi corazón.

¿Qué aprendiste hoy?

Padre, ¿a qué se refiere Jesús cuando nos habla del pan que baja del cielo?

Jesús se convierte en pan al momento de la consagración y lo podemos recibir en nuestro corazón a través de la Hostia.

Así como tu cuerpo necesita comer para estar fuerte y saludable; también tu alma necesita… El alimento de tu alma: LA EUCARISTÍA

Comunión Espiritual

Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti. Amén.

Señor Jesús, dame fe para saber reconocerte y adorarte en la Eucaristía.

Elaborado por:
Maestra Rosa del Carmen Marroquín
Área de Educación en la Fe
Año de la familia